Haremos una introducción del ejército romano, veremos cómo era el equipo para las batallas y las distintas clases dentro del ejército.
El ejército romano estaba formado solamente por hombres y estos debían ser ciudadanos romanos. El alistamiento se producía en el caso de que algún enemigo atacase a Roma, por este motivo, los varones comenzaban, al cumplir los 18 años, el adiestramiento militar por si en algún momento se le necesitaba en combate. Desde esta fecha y hasta los 60 años todo ciudadano romano podía participar en alguna batalla. Al principio, el gasto y mantenimiento del equipo se lo debía costear cada soldado individualmente. Finalmente, el ejército se profesionalizó y el Estado empezó a contratar a mercenarios para defender o atacar a los otros pueblos a cambio de un sueldo.
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| Soldado romano equipado para la guerra |
Todo legionario romano del ejército tenía los siguientes elementos, que se pueden dividir en elementos defensivos y en elementos ofensivos. Los armamentos defensivos eran: Lorica, Galea/ Cassis, Cingulum y el Scutum. La lorica era una coraza con placas de hierro o lo más parecido a una cota de malla. La Galea era un casco de hierro que podía tener adornos de bronce. El cingulum era un cinturón con placas metálicas. Por último, el scutum era un escudo largo de madera aunque recubierto con cuero y habitualmente convexo y semicilíndrico. Aunque estas armas eran para la defensa podían usarse también para atacar, como en el caso del escudo para dar golpes o empujar. Los armamentos ofensivos eran: Pilum, Gladius y Hasta. El pilum era una jabalina de dos metros de longitud que se lanzaba al enemigo y que se partía al caer para evitar que el enemigo la usase para lanzártela después. El gladius era una espada de hierro de 50 centímetros. No se debe confundir con la Spada que era más larga y servía como arma mortal. El gladius era como una daga para combates cuerpo a cuerpo. Por último, la hasta era una lanza. Esta se diferenciaba del pilum en que servía para ensartar a los enemigos y no para lanzarla. Además medía bastante menos.
Los vélites eran los lanzadores de pilum. Se encontraban en primera fila de ataque. Su labor era la de lanzar sus pila* al enemigo y ocultarse entre las tropas que había detrás suyo para protegerles. Realmente eran los más desprotegidos y solían morir los primeros. Si un vélite conseguía el armamento de un hastati y había demostrado su valía en el campo de batalla podía conseguir este ascenso. Los hastati iban inmediatamente detrás de los vélites. Después de que estos lanzasen sus pila, los hastati corrían, gladius y hasta (de ahí el nombre) en mano, hacia el enemigo. Posteriormente iban los príncipes. Estos eran muy parecidos a los hastati. Las dos diferencias importantes eran la edad y la calidad del armamento que eran superiores en ambos casos. Mientras que los hastati participaban en la línea frontal del ejército, los príncipes acababan por decidir la batalla. Si estos se echaban muy atrás significaba que la derrota era segura o la victoria muy complicada. Por último, estaban los triari. Estos últimos se encargaban de decidir el destino de la batalla. Después de la acción de los príncipes se lanzaban a por un enemigo ya cansado y bastante debilitado. Eran los de mayor experiencia en las batallas y los que tenían mejores armas.
Esta formación fue así el 107 a.C. cuando se produjo la renovación del ejército, a manos de Mario. A lo largo de distintas entradas veremos más del ejército romano: antes de una batalla, formaciones, batallas memorables...
Los vélites eran los lanzadores de pilum. Se encontraban en primera fila de ataque. Su labor era la de lanzar sus pila* al enemigo y ocultarse entre las tropas que había detrás suyo para protegerles. Realmente eran los más desprotegidos y solían morir los primeros. Si un vélite conseguía el armamento de un hastati y había demostrado su valía en el campo de batalla podía conseguir este ascenso. Los hastati iban inmediatamente detrás de los vélites. Después de que estos lanzasen sus pila, los hastati corrían, gladius y hasta (de ahí el nombre) en mano, hacia el enemigo. Posteriormente iban los príncipes. Estos eran muy parecidos a los hastati. Las dos diferencias importantes eran la edad y la calidad del armamento que eran superiores en ambos casos. Mientras que los hastati participaban en la línea frontal del ejército, los príncipes acababan por decidir la batalla. Si estos se echaban muy atrás significaba que la derrota era segura o la victoria muy complicada. Por último, estaban los triari. Estos últimos se encargaban de decidir el destino de la batalla. Después de la acción de los príncipes se lanzaban a por un enemigo ya cansado y bastante debilitado. Eran los de mayor experiencia en las batallas y los que tenían mejores armas.
Esta formación fue así el 107 a.C. cuando se produjo la renovación del ejército, a manos de Mario. A lo largo de distintas entradas veremos más del ejército romano: antes de una batalla, formaciones, batallas memorables...
